PENSAMIENTOS RENOVABLES

Por motivos de trabajo me he tenido que desplazar a Cáceres dos veces en este mes. Como un Cid cualquiera,  pero motorizado he bajado con un Sol de justicia y como siempre he parado a comer por el camino. Un día en el Parador de Oropesa en Toledo, otro en el de Trujillo, en el Mesón de La Troya y Pillete en Trujillo y en el Figón de Eustaquio en Cáceres y también cena informal que recuerdo con cariño a base de lomo, jamón, quesos de la zona y buen vino en el desaparecido por jubilación el Potosí en Cáceres. El que quiero olvidar ahora es el Mesón de la Troya de Trujillo. Está este "famoso" mesón en lo alto de la escalinata de la Plaza Mayor de Trujillo, lugar excelso y que hay que patear disfrutando de su calles, sus palacios y sus calores. Justo detrás del innoble Pizarro a caballo con su yelmo de cuernos imponentes como rayos del averno.  En el primer viaje no pudimos comer porque había una enorme cola para hacerlo (buena seña nos dijimos) y lo hicimos en el re

Altos Hornos de Sestao Que la situación actual respecto a la economía desastrosa que sufrimos  viene de la época de al menos Felipe González no hay nada más que leer las hemerotecas para recordarlo y sobre todo para darse cuenta de ello. Al menos esa es mi impresión que narro a continuación. En España siempre hemos ido al revés del mundo. Me explico. Recuerdo que cuando hace muchos años, viviendo Franco, los países europeos grandes constructores de buques, dándose cuenta de que la construcción de barcos, buques, necesarios para el transporte de petróleo porque el canal de Suéz estaba cortado por la guerra de Israel contra Egipto y se necesitaban enormes superpetroleros estaba a punto de acabar y sobre todo porque los países asiáticos eran más competitivos que Europa por su mano de obra mucho más barata y con más rendimiento/hombre; comenzaron a reconvertir los astilleros y poco a poco fueron cerrándolos y a esos trabajadores de esos sectores fueron llevándolos a otros sectore