POR QUÉ ES NECESARIO QUE NOS VACUNEMOS. LA FUNCIÓN DE LA VACUNA. SU IMPORTANCIA.

Una de las vacunas existentes contra el coronavirus SPUTNIK-V

NOTA del autor

No soy científico, ni médico, solo ingeniero industrial, por ello no entraré en profundidad en los temas ni en detalles, porque mi idea de este texto no es hacer una exposición magistral de nada, sino que aquellos escépticos, los antivacunas, que no creen que haya un virus, que no crean ¡aún! en la gravedad y la amenaza que nos supone, y para aquellos a los que las explicaciones técnicas se les escapen, puedan entender fácilmente el por qué la vacunación es imprescindible si queremos volver (en parte) a tener la forma de vida que teníamos previa a la pandemia existente.

        Los contagios de este virus que nos asola el SARS-COV-2 (SC2 a partir de aquí) y que nos produce la enfermedad grave en muchos casos del COVID19, van a continuar hasta que al menos el 70% de la población mundial se vacune. Si solo nos vacunamos en España, si salimos fuera o llega gente de fuera sin vacunar nos puede contagiar, claro que no nos va a afectar demasiado, pero si podríamos nosotros luego contagiar a otros quizás. El problema es que el virus no morirá. Seguirá mediante unos porteadores rápidos como nosotros viajando por todo el mundo sin control.

        Es ya comprobado que la situación actual, a pesar de las recomendaciones de la OMS y de los distintos gobiernos del mundo no hacen más que paliar la situación, pero solo de una forma frágil, temporal, pero que está destruyendo nuestro tejido empresarial, social y humano. Es claro que si todos nos quedamos aislados en casa el virus acabará por morir por "inanición" al no encontrar células humanas donde desarrollarse; pero esta no es una solución racional a largo plazo.

         Nuestro organismo dispone de un equilibrio vital con un diseño perfecto. Está dotado con un sistema inmunológico eficiente y potente. Son los llamados leucocitos o glóbulos blancos. Estos depredadores especializados, acuden rápido a los lugares donde han detectado que ha entrado un intruso. Acuden, le piden su DNI, averiguan quien es y rápido llaman a los especialistas, a aquellos que conocen bien a ese  patógeno (virus, bacteria) y como especialistas que son con él, comienzan una dura batalla que si todo va bien al cabo de un tiempo acaban con esa amenaza grave para el cuerpo entero. Pero si el cuerpo no dispone de estos especialistas en ese virus, están desconcertados, indefensos ante ese patógeno y lo único que hace el cuerpo es enviar a más y más leucocitos que no saben como acabar con el virus y solo se entorpecen los unos con los otros llenando los órganos y haciéndoles fracasar.

        Los leucocitos son los defensores del organismo y sin ellos nuestras vidas habrían acabado hace cientos de miles de años. Pensar que un virus, algo tan infinitesimalmente pequeño que solo se ve con ayuda de un microscopio electrónico, pueda acabar con un organismo evolucionado complejo pero perfecto, con un ADN complejo y total como el del ser humano (no como el virus, que solo tiene una pequeña parte llamada ARN), es un enfrentamiento muy peligroso.
                                                        Imagen de leucocitos

        Nuestro organismo, ante la llegada de un patógeno, comienza a producir leucocitos y a llevarlos rápidamente al punto donde ese virus está atacando las células del cuerpo. Un virus vive solo para reproducirse, pero esta reproducción la realiza aprovechándose de nuestro ADN que está dentro de nuestras células. Para ello "ha desarrollado" (me repugna escribir esto,  porque de alguna forma indicaría que tiene una capacidad de inteligencia, que no tiene, pero es así como actúa),  ha desarrollado un sistema para engañar a las células y se mete en ellas aprovechando el engaño. El funcionamiento es muy curioso y creativo, pero no es este lugar para describirlo. Coloquialmente diría que ha "copiado la llave de la puerta" para poder entrar en nuestras células y allí reproducirse hasta matarla, pero entonces salta a otra y luego a otra y así hasta acabar de destruir el organismo y luego a otro y a otro... 

        Cuando una persona es infectada por contagio: tocando superficies con virus que otro infectado ha dejado y luego tocándonos los ojos, la nariz, u otras partes del cuerpo con mucosas donde el virus pueda alojarse con facilidad, respirando el aire viciado de una habitación donde haya alguien infectado, recibiendo una gotita de saliva de alguien que tenemos delante y nos hable, ría o fume... Cuando esa persona es contagiada, lo primero que va a ocurrirle habitualmente es... ¡nada! ¿nada?. Si. Nada. Porque este virus ladino, malvado e "inteligente" (siento usar esta palabra porque me repugna como ya he escrito), al entrar en nuestro organismo inicialmente no nos produce ningún síntoma. Está dentro,  pero no lo notamos. Al no producirnos ningún síntoma, nuestros leucocitos están vigilantes pero no actúan. 

       Esta peculiaridad del SC2, le permite que la persona que sigue con sus costumbres, vaya infectando a otras con las que se relaciona de forma directa, o a aquellas que respiren sus miasmas o toquen lo que aquel ha tocado hace un rato. Y esta situación se produce de forma exponencial ya que 1 infectado, contagia a 10 y estos a otros 10, etc. Solo al cabo de unos días 10-14, el virus le dice al portador: ¡estas infectado amigo! y a partir de ese momento el cuerpo reacciona, tocan zafarrancho de combate y lo primero que suele ocurrir cuando el cuerpo detecta un patógeno, es que nuestra temperatura corporal sube. Tenemos fiebre. Pasamos de los normales 37ºC a 38, 39...y además se mantienen en el tiempo. Tomamos entonces algún antipirético (aspirina, paracetamol...) y además comenzamos a tener tos, malestar general y luego dificultad para respirar. Algunos lo confunden con la gripe (otro virus, pero este más controlado con las vacunaciones anuales que deberíamos ponernos todos, no solo el grupo de riesgo). Pero no es una gripe, no:  es el virus SC2.

       El aumento de temperatura, la fiebre, es debida a que el cerebro ordena a los leucocitos que se pongan en marcha para matar al patógeno y comienza a fabricar más y más, pero estos leucocitos, saben lo que saben. No más. El calor, hace más fluida la sangre, dilata las venas y arterias, el corazón bombea más rápido para movilizar todos los órganos necesarios para mantener al cuerpo con vida. Este SC2 es especialmente peligroso, porque se anida en el organismo, después del corazón, el más importante: los pulmones. Sin el buen funcionamiento de ellos, el corazón falla, los riñones fallan, los órganos fallan, etc, etc y el enfermo al cabo del tiempo muere por fallo multiorgánico.


Enfermo en coma inducido e intubado conectado a una máquina de respiración

        Al enviar tantos leucocitos a los alveolos (lugar donde dentro de los pulmones se produce la oxigenación de la sangre por medio de un intercambio entre el oxígeno que respiramos y la sangre que circula por ellos, sangre que da la vida a todo el cuerpo llevando ese vital oxígeno a las células), estos se acaban llenando de leucocitos guerreros y se produce como una infección en ellos, derivada de tanta concentración. Poco a poco se va pudiendo respirar peor, los alveolos, cada vez más tupidos (como un colador que va tapando sus agujeritos de la malla con partículas que impiden que siga colando el producto) y al respirar peor, el corazón aumenta el ritmo para intentar compensar esa menor saturación de oxígeno en sangre. Pero la situación se va agravando, porque cada vez los pulmones funcionan peor. El enfermo ya casi no puede hinchar los pulmones y deshincharlos la función natural de la respiración. Entonces y ya en una UCI del hospital, le acaban conectando a una máquina que hace las funciones del pulmón ayudándole a hincharlo y deshincharlo,  al mismo tiempo que se le introduce por medio de un tubo que se le mete hasta ellos por la boca, una gran cantidad de oxígeno artificial. Para que el cuerpo no se fatigue en demasía por tanto esfuerzo, estas funciones los médicos intensivistas de las UCI, las suelen hacer con el paciente en un estado de coma controlado que es un estado en el cual el cuerpo está "al ralentí", realizando solo las funciones vitales más importantes para la vida. De ahí una vez recuperado, si lo consiguen, que las secuelas sean tan importantes como que el enfermo no sea capaz ni de caminar por ejemplo.

       
Pulmones de un enfermo por COVID19. Sus pulmones colmatados por los leucocitos

        Además de ello, se le administran todo tipo de medicamentos que le ayuden a soportar y superar la situación tan preocupante. A veces el enfermo se recupera y otras fallece. Los que se recuperan además sufren unas secuelas muy variadas, que le van a dificultar mucho la vida al menos en un largo tiempo. Esta situación de tener que entrar en una UCI, es como vemos cada día, independiente de la edad. Mueren tanto viejos como jóvenes. Cierto es que los viejos con su cuerpo ya debilitado por la edad, con su sistema inmunológico también debilitado,  no soportan bien todas las complicaciones que he comentado y son los que en el mayor porcentaje fallecen.

        El virus no mata por él mismo. ¿Cómo que no mata?.¿Me he vuelto loco?. El virus, es el causante inicial de que se produzca la muerte por las complicaciones que su entrada en el cuerpo se producen en un intento baldío, por lo que voy a comentar ahora de defendernos del intruso. Podríamos decir, cínicamente, que somos nosotros quienes nos matamos por la falta de entrenamiento y desconocimiento de nuestros linfocitos defensores de este nuevo virus SC2. Y todo por no tener entrenados a nuestros leucocitos para protegernos por no habernos inyectado la vacuna antes.


                                            Linfocitos atacando al virus de la viruela       

Cuando un patógeno nos entra en el cuerpo, el sistema inmunológico se pone en marcha y los guerreros linfocitos, aplican todo sus conocimientos para intentar matarlo. La mayoría de las ocasiones lo consiguen tarde o temprano. A veces no lo consiguen antes de la muerte. A este sistema inmunológico lo ayuda sobremanera la medicina tradicional con sus medicinas. 

         El conseguir acabar con el patógeno se puede conseguir, para mí de dos maneras: 

  1. En ocasiones aplican los conocimientos que tienen los leucocitos para resolver situaciones complejas y que han ido aprendiendo a lo largo de los años. 
  2. Otras,  aplican los conocimientos que adquirieron cuando de niño la madre vacunó a sus hijos contra varios patógenos la mayoría graves que pueden llevar a la muerte al enfermo. Con aquello, con las vacunas,  los leucocitos aprendieron a luchar contra virus que estaban debilitados en la vacuna que administraron al niño. Es fácil luchar contra alguien con poca fuerza y aprender de esa lucha. Luego cuando el patógeno llegue con toda su fuerza, los leucocitos, en vez de andar desconcertados dejando que el patógeno se vaya adueñando de la situación, actúan de forma inmediata y llegados al lugar de la intrusión, atacan porque saben como hacerlo contra aquel invasor al que han reconocido y por ello aplican el método más eficaz para destruirlo.
        Las vacunas, junto con los antibióticos, son los dos medios más potentes que el hombre ha creado para defenderse de lo que su propio cuerpo por si solo no es capaz de conseguir.  Y los resultados son espectaculares. Sin ellos y claro, otros medicamentos maravillosos, la esperanza de vida de la gente sería muchísimo menor.

Diferentes tipo de vacunas contra el SC2

         Cuando a una persona sana se le inocula por medio de las vacunas, que pueden ser o bien de virus debilitados (las tradicionales), o como en la actualidad en muchas vacunas solo parte del virus, esa parte que engaña a nuestras células para entrar en ellas con esa llave falsa que se han inventado, lo que ocurre es que los leucocitos aprenden rápido y como a lo que se enfrentan no es de gravedad, a lo sumo podrían tener síntomas débiles que duran muy poco, en poco tiempo los entrenan y forman para que sepan que aquello es tal virus y que se mata de esta forma concreta. Así cuando ese virus le entre potente en el cuerpo, de inmediato acudirán y acabarán con él.

        Los virus matan a nuestras células para vivir ellos y sobre todo: para reproducirse. Cuando entran en una célula, allí se apropian de parte de nuestro ADN y comienzan una reproducción enorme. Una vez muerta la célula saltan a otras y siguen su reproducción. Si no hay vacuna, el organismo enloquece porque no sabe como acabar con él y poco a poco o muy rápido en ocasiones, los órganos se van deteriorando y al final en muchas ocasiones se produce la muerte. Si el individuo se vacunó contra ese patógeno su cuerpo actúa rápido y termina con el peligro grave. 

        La idea que hay que entender muy bien, es que la vacuna sirve para que nuestros leucocitos, nuestro ejército defensor, aprenda que debe de hacer ante una amenaza concreta y en poco tiempo lo ha aprendido de tal forma que ese virus, o ese concreto patógeno, ya no va a ser perjudicial para él.
 
        Una vez vacunada esa persona si se infectara, como sus leucocitos defensores han aprendido como exterminar a ese virus, tendría unos síntomas muy leves o ninguno, pero como está con esa infección leve su carga viral es muy baja. No obstante aún podría el mismo infectar a otros (es poco probable, pero no imposible) si pensando en que como está vacunado ya puede hacer lo que hacía antaño. Pero no. La persona vacunada, debe de seguir con las protecciones de mascarilla, distancia social y lavado de manos frecuente y huir de lugares cerrados con gente y más si esta está fumando. Fumar hace que el aire exhalado por el fumador puede llevar virus en el y como además sale ese aire con una gran presión, puede llegar más lejos que si hablase y como no lleva mascarilla el riesgo existe. Mientras todos no estemos vacunados hay que seguir con el cuidado propio y colectivo. Y una cosa: una persona enferma ya de COVID19, no se cura con una vacuna. La vacuna es para prevención, no para corrección.

        Una persona vacunada estará libre de contagio cuando el 70-80% de la población cercana esté vacunado. Aquellos que no lo estén, están a merced del virus el cual les atacará y al no tener defensas caerán enfermos y dependiendo de la carga viral podrán tener síntomas leves, graves o finalmente mortales y por supuesto con una carga viral alta seguirán infectando a otros y a otros y entre los no vacunados la esperanza de vida se reducirá con seguridad. Independiente de su edad. Los jóvenes no están exentos de morir jóvenes como ya comprobamos cada día en nuestro país sin ir más lejos. Por eso es imprescindible que todos estemos vacunados. Si lo estamos, el virus al no tener donde reproducirse simplemente morirá. Pero si la gente no se vacuna, el virus seguirá reproduciéndose en individuos a los que asalte y estos a su vez lo harán a otros y así sucesivamente. Incluso podrían infectar a los vacunados, aunque estos por su inmunidad adquirida con la vacuna se van a defender muy bien. Caso contrario de los no vacunados cuyo futuro será...incierto.


        Además el virus al estar reproduciéndose de forma continua se reproduce tantas veces que muchas de ellas, la mayoría son defectuosas, produciendo mutaciones que en la gran mayoría de los casos no tienen futuro y mueren;  pero en algún caso esa mutación puede ser diferente de la anterior de la que nació e incluso pude ser más mortífera o más contagiosa como esas que ahora denominamos: la cepa inglesa, la cepa brasileña, etc. Da la impresión, si me permiten la retórica, como que sabiendo el virus que hemos inventado algo que les ataca (la vacuna), han dicho: "pues cambiamos nuestra forma de reproducción y hacemos que el contagiado contagie a mucha más gente. Así nos aseguramos nuestra reproducción". Claro que esto entra en el mundo de la ficción ya que implicaría que el virus tiene inteligencia. La ciencia nos dice que solo es azar. Yo como persona técnica que no creo en el azar, diría que algo le hace así y no es producto del azar. Pero por mi formación técnica. Una deformación de mi mente de ingeniero.

Resumiendo: las vacunas son el único camino para terminar con esta pandemia de una vez. Va a ser un camino largo, plagado aún de muertos y de infectados, pero si nos vacunamos todos cuanto antes, este punto de inmunidad de grupo lo alcanzaremos y estando todos vacunados no habrá personas que se infecten graves y tengan que ir a los hospitales a que les intenten curar o terminen en las morgues. Y lo mejor, las infecciones quedarán en cifras mínimas y con el tiempo desaparecerán como lo han hecho otras enfermedades pandémicas graves como la viruela, por ejemplo.

        Los que se burlan de las vacunas, las maldicen, las desprecian... al final se están despreciando a ellos mismos y sobre todo: desprecian al resto de personas que viven con ellos con su egoísmo. La vacunación no mata, sino que impide que nos maten. Aquellas personas que mueren coincidiendo en tiempo con su vacunación desde luego no es por la vacuna, sino por otros factores que no podemos controlar como humanos. El COVID19 es solo una enfermedad más de las miles que el cuerpo padece y ante las cuales cada día se producen muchas muertes. Incluso hay alguna que no avisa como el infarto de miocardio. Hay también mucha falsa noticia que no sé que pretenden conseguir, puesto que no solo van en contra de todos, sino de ellos mismos. Por eso escribo estas líneas en la confianza de eso: dar confianza a la gente y que no escuchen a esos agoreros que tanto pregonan en las llamadas redes sociales desgracias sin fin si uno se vacuna. 

      Desde aquí animo a todos a que nos vacunemos cuanto antes y que hagamos proselitismo en todos aquellos a quienes conocemos o nos relacionamos para que lo hagan y en cuanto que les llamen para ello. Cuanto más tardemos en vacunarnos, más muertos va a haber, más destrucción social y económica tendremos y además le vamos a dar al virus más posibilidades que en su loca carrera de reproducción, el azar le ayude a crear una mutación aún más dañina, más contagiosa o que entre a nuestro organismo de otra forma aún más sibilina si cabe.

        El virus SC2: no debate, no publica en Twitter, no critica, no desprecia, sino que él entra en la célula, la usa, se reproduce y la mata y así continuamente. Él sigue en su carrera destructiva mientras los humanos nos debatimos en discusiones estériles y absurdas.

AUNQUE NOS VACUNEMOS TENEMOS QUE SEGUIR USANDO DURANTE EL TIEMPO QUE TARDEN EN VACUNARNOS AL MENOS A TODOS LOS ESPAÑOLES, ESTOS ELEMENTOS BASICOS
HAY QUE VACUNARSE TODOS YA.  ¡AYER!





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