LA GRAN HIPOCRESÍA DEL PSC Y POR ENDE DEL PSOOOOOÉÉ SOBRE LOS TOROS DE ESPAÑA

Los dos se parten de risa. Uno vota que SI otro que No y le da mucha pena, pero ambos se descojonan de nosotros.

Hay que tener cara, cara dura, como la que tiene el cordobés de nacimiento y catalán de "arrimamiento" llamado José Montilla (Pepe Montilla).

Lo que es el destino: un presidente de la autonomía catalana es nacido en la provincia española de Córdoba, en un pueblo cordobés llamado Iznajar,  tiene el apellido de un pueblo cordobés llamando Montilla, y para más inri, se llama José, nombre hipocorístico del Padre Putativo, atribuido a José de Arimatea, "padre de Jesús. Nombre español donde los haya. Toda una putada para él, por mucho catalán que balbucee, porque no lo habla bien aún. Toda una deshonra. Lo contrario de Emilio Botín, quien con su apellido de fruto de un atraco ha montado unos de los bancos más importantes del nombre. Todo un  acierto para él.

Volvamos a los toros. Los políticos catalanes han votado en contra de las corridas de toros en Cataluña. Pero lo han hecho por amor a los animales. Es curioso que consideren un acto de crudeza irracional las corridas de toros (y lo son) y en cambio consideren que los toros embolados con antorchas de brea en los cuernos que corren despavoridos por las calles por las noches, que llevan los ojos desorbitados (fijaros en los vídeos),  amarrados a una soga y con los "mozos" gritando,  pegando y atacando al toro sin pudor. Esto no es un acto atroz: es cultural, pero cultural catalán. Porque el otro acto el de la corrida de toros como tal es un acto que es intrínsecamente español. Desde siempre.

No somos tontos muchos españoles, la gran mayoría. Lo que estamos preocupados de analizar los actos y los hechos desde diferentes puntos de vista.  Nos damos cuenta de los actos impúdicos y vergonzosos que realizan los políticos en aras de sus propios intereses que hacen que se desdigan de lo dicho y no les importa cambiar su voto, opinión o idea por un puesto mejor, o para afianzarse en el poder. Son vomitivos. Así son. 

Estos del PSC, amparados por su central el PSOE (escribo PSOOOOÉ, en recuerdo del OLEEE de los toros...) nos han vuelto a tomar el pelo decidiendo el voto libre (para el aborto fue obligado), aquí han decidido nadar y guardar la ropa. Ellos buscan sus fines independentistas y tratan de romper con todo lo español, pero cuidado no les acaben rompiendo a ellos la cara un día, hablando de romper. Estoy más que seguro que habrá ahora cientos de miles de españoles a los que no les importaría ir a tirar tiros allí para que se dejen de hacer el imbécil. Confío que nunca se produzca, pero el agua llega a salir del vaso con una último alfiler. Recuerdo una guerra de secesión hace unos años en el centro de Europa...

Después de haber perpretado su acto independentista, va el tal Montilla y sale con gesto compungido y se le ocurre decir: 

"He votado en contra porque creo en la libertad".  "Hubiese preferido que no hubiese sido una imposición legal". Y además, porque soy el gran hipócrita (esto es mío)

Y es que el President ya ve venir lo que se avecina tras el polémico veto. "Lamento las pretensiones de los que han querido hacer de esto un termómetro de la relación Cataluña-España", ha arrancado Montilla para rápidamente apelar a la "moderación y la responsabilidad" de detractores y defensores de la fiesta.

Lo tiene claro, es un hipócrita y está escrito: "el que siembra vientos, recoge tempestades". Que se ate los machos. A fin de cuentas su compañero de foto (arriba) tan risueño como él mismo,  siempre se ha definido como lo que es y lo que quiere: la independencia de Cataluña. Me parece más respetable aunque no esté de acuerdo con sus ideas, que este elemento puesto de President , pero no por los votos, sino por los acuerdos políticos malolientes.

A unos los pone en el poder los votos, a otros las botas y a este los botines. A la mierda.