DEL TUTEO Y OTRAS ZARANDAJAS

Ya tengo cerca de los "sixty". Recuerdo que de pequeño se enseñaba una asignatura  en el colegio (yo iba a uno público en Madrid), que se llamaba: Urbanidad. En ella te enseñaban cosas como de qué forma se ha de dirigirse uno a los mayores y recuerdo las categorías: en edad, dignidad y gobierno. Te enseñaban a ceder el asiento a una mujer embarazada, a un anciano, a una mujer con niño, etc. Como andar por las calles, como ceder el paso, no gritar en los locales, no escupir en la vía pública y muchas cosas que ahora la gente desprecia y ni se le ocurre utilizar, simplemente porque todos tienen derecho, pero ninguna obligación de nada. Existe un analfabetismo funcional preocupante y dañino para la sociedad. En la actualidad hemos llegado a un abuso y manoseo del tuteo que a veces me llega a molestar.

Hay casos extremos, por el contrario,  como aquel que me ocurrió  a mi en Torrelavega (Cantabria) en una ferretería a donde me dirigí a intentar venderles herramienta neumática de una multinacional americana donde comencé a trabajar. Yo, nunca había tuteado a ningún cliente, pero aquel día, quizás en un exceso de optimismo, me dirigí al propietario de aquella tienda y le pedí que nos tuteáramos para así hacer menos fría la entrevista. Él tenia cara muy seria y adusta. Como digo no era mi estilo habitual. Él me respondió, y literalmente me dijo. "cuándo hemos comido Ud. y yo?. Yo, me quede pensativo, porque habiendo comido con tantos clientes y gentes, no me recordaba haberlo hecho con este Sr. Le respondí: "creo que nunca", a lo que él me respondió: "pues eso. El día en que Ud. y yo hayamos comido juntos, me podrá tutear". Pedí disculpas, recogí la herramienta, me cale el sombrero (figuradamente), y marché a tomar el aire de la calle. Nunca le vendí nada, pero tampoco él tenía interés en mis productos.

Otra vez telefoneaba yo al Gobierno Vasco en busca de alguien para algo y me preguntó una mujer: "por quién pregunta", le respondí: " por la señorita Minguez", a lo que me respondió ella: "aquí no hay ninguna señorita Minguez. Hay una señora Minguez". Yo, respondí: "lo siento. No sabía que estaba casada", a lo que aquella "bruja" me espetó: "no, si no está casada, es que aquí todas somos señoras sin necesidad de casarnos", con lo cual me dejó bastante molesto y accedí a su chantaje emocional. Ahora me dirijo siempre a todas las mujeres de "señora", aunque tengan 18 años. Alguna me responde: pero si no estoy casada", a lo que yo le respondo: ud. es una señora, esté o no casada". Y ella se queda boquiabierta. Mejor así.

Estos, son ejemplos de lo contrario que ocurre actualmente. Ahora vas a una tienda y todos/as, te preguntan: "¿Qué quieres?". En Logroño es costumbre que te denominen, sobre todo a las mujeres de: "carino", "cielo", "corazón". Se que lo hacen para ser más cercanos, pero se pasan. Ahora les da igual si la persona tiene 10 o 70 años: los jóvenes te tutean siempre. De entrada, y te dicen: "hola cariño, ¿qué estás buscando?"

Creo que el tuteo no se debería de utilizar más que con tus amigos y allegados. Por supuesto nunca en el trabajo, salvo que tu interlocutor te lo pida expresamente. Pero debe de ser siempre él, no tú; como yo hice en su día. El respeto es muy bueno y adecuado para todo. La educación es excelente para los negocios y para la vida, y cada vez que me levanto de mi asiento en el bus para cederlo a alguien que lo necesita más que yo ahora, me siento bien y contento conmigo mismo. Cedo el paso a la gente y digo buenos días cuando entro y adiós cuando salgo de cualquier lugar donde hay humanos. Lógicamente si entro a un corral o a un establo ni cacareo ni emito mujidos, aunque echo en falta en algunos sitios alguno. La gente no dice ni "mú" es muy maleducada. Digo . "buenos días", y la gente te mira y como no te conoce no te responde. Si entra un amigo suyo, entonces sí. ¡Qué cosas!

Bueno, acabemos con el tuteo manoseado y insulso. Comportémonos, sin estiramientos, sin cursilerías, pero con seriedad y educación, claro que esto es "harina de otro costal". Lo de la educación digo...