FUKUSHIMA. LA GRAN MENTIRA NUCLEAR.
Desde que comenzó la gran catástrofe en Japón, tanto los portavoces del gobierno como el director de la empresa de energía japonesa propietaria de las centrales no han contado la realidad al pueblo japonés ni al Mundo. Han ido tapando el problema real desde el comienzo y han ido desgranando los niveles de radioactividad poco a poco, lentamente para que la población no se asustara demasiado. Desde el comienzo, han sido impotentes a controlar el intenso calor (2.500 ºC) que se produce en el interior de las vasijas del reactor donde los átomos y las partículas llamadas neutrones realizan el más salvaje de los bailes golpeando y rompiendo enlaces atómicos generando en esta fase destructiva una gran cantidad de calor, calor que nos sirve para de una forma muy inteligente, muy técnica, muy cuidada, muy crítica, calentar agua y llevarla a la ebullición y a convertirse en vapor, el cual animado por una poderosa energía mueve las turbinas de la central que a su vez mueven los alternadores gigantes que producen la energía eléctrica que mueve el Mundo. Energía que nos calienta y enfría. Que nos ilumina y nos ayuda a ser más inteligentes. Más poderosos. Más frágiles dentro de nuestra propia inteligencia suicida.
Han sido incapaces de refrigerar los núcleos y las "piscinas de material agotado", pero no por ello menos complejo y peligroso. Y lo serán hasta que se agote el material radiactivo que se calienta y acabará fundiendo el núcleo. Al principio era porque no había electricidad para mover las bombas que mueven el circuito refrigerante que controla la temperatura del interior y evita que esta suba, y suba y suba, y suba y acabe como estamos ahora: en una situación terrible. Sin solución. Sin límites ni control posible. Se les ocurrió la "chapuza" de echar agua del mar sobre las explosionadas centrales con la vana idea de refrigerar aquellas masas ya incandescentes al rojo vivo, fudiéndose en un abrazo maldito protecciones, material radiactivo, hormigón y acero. No han conseguido el control, pero si han contaminado en forma exponencial las aguas del mar colindantes con las centrales. La radiación ha subido en el aire a límites tan altos que han tenido que evacuar no 20 Km, como al comienzo sino ya a 80 km alrededor de la central podrida y apestosa. Y preveo que esta cifra aumentará más. ¿Alguien se imagina un Tokio vacío? Pues al tiempo.
Los políticos japoneses muy en su puesto. Con su mono de trabajo, con sus inclinaciones a la bandera cuando daban datos, pero han ocultado a la población que esto no tiene solución. La radiactividad subirá y nos llegará a todo el Mundo más o menos. Chernobil se tapó con una chapucera cúpula (sarcófago le llamaron) pero al cabo de muchos años de la explosión. Fukushima, ¿cuando se podrá tapar?. Y hasta esa fecha seguirá echando radiactividad a la atmósfera y al mar. El presidente de la empresa japonesa de la electricidad salía llorando como un bendito y pidiendo perdón al pueblo. Perdón...:¿cómo que perdón?. ¿Por no haber tenido una central nuclear actualizada y menos expuesta a los rigores de los tsunamis que mojaron las bombas de refrigeración?¿Por usar una tecnología obsoleta ya y no haber invertido en su actualización?. Aunque esta gente impresentable se hiciera el sepuku, no ayudaría a que la vida continúe en Japón. Han mentido descaradamente y lo curioso es que todos pensábamos que al comienzo eran muy transparentes, pero se ha visto que son como todos. Intentan decir poco, porque saben que si dicen la verdad el puesto se les esfuma. Lo mismo que Zapatero con la crisis. No había crisis, pero nos ha dejado "jodidos" "ad eternum"a los españoles por su obstinación a no decir la verdad el primer día. .
Fukushima será una mancha roja en la bandera del Japón, pero roja no del sol naciente, sino de la sangre inocente que por desidia, incompetencia, mentiras y mala gestión de sus políticos ha ocasionado. El sol naciente está radiactivo.
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