DIARIO DE UN ESPAÑOL EN PANAMÁ - EL VIAJE

DIARIO DE UN ESPAÑOL EN PANAMÁ

16 de Septiembre de 2011

La verdad es que este diario comenzó el pasado día 13 de Septiembre. Ese día empezó muy pronto. A las 5:15 sonó la radio despertándome de un  escaso tiempo de sueño, sueño que además no fue especialmente profundo al haberme dormido tarde en el día anterior. No sé si la cena con mi mujer en el clásico restaurante de Cubita, en el antiguo molino de Aizkerrota sobre los acantilados de Punta Galea en Getxo, regada con un excelente vino Viña Esmeralda, con esa variedad de uva tan afrutada como es la uva Gewürztraminer contribuyó a ello, pero ahí estaba yo luchando con mis párpados yendo a asearme. A las 5:45 salía de casa con todo el equipaje necesario (nunca te parece lo necesario y siempre con el asunto de los 23 Kg para pasar 3 meses en Panamá), intentando en ese tiempo montar una delegación de mi empresa y una división de algo que no había nunca tocado como son los alimentos. Mi idea, se transformó en propuesta, luego en proyecto y de ahí estamos donde estamos. Yo a Panamá a vivir 3 meses...de momento.

Me llevaba al aeropuerto de Loiu mi hija y una amiga a las cuales hice madrugar para que me llevaran aun estando de visita en casa de vacaciones ya que ellas residen en Mónaco. Me sorprendió la cantidad de automóviles que circulaban hacia el aeropuerto a esa intempestiva hora. Al llegar subimos a hacen el checking. Ahí estaba yo con mis maletas, mi mochila, mi portátil, listo para comenzar una nueva experiencia en mi vida ya con mis LX años encima. Le entrego la reserva a la azafata, me pide el pasaporte, y en esto me dice: “¿Tiene Ud. el visado?”, y yo, listo como el hambre le respondo: “Voy a Panamá y allí durante 90 días no es necesario visado para los españoles”, y entonces ella me responde: “no, si no es para Panamá: es para los E.E.U.U.”, y yo le sigo respondiendo…: “ya tengo hecho el ESTA (eso que te exigen para viajar sin visado en los EEUU y que te preguntan cosas como si eres un terrorista, si vas a atentar a alguien, y lindezas por el estilo) y ya finalmente suelta con un cierto aire de superioridad, porque ella sabía lo que yo desconocía, la frase demoledora: “pues no puede viajar…” y me devuelve el pasaporte…… Me quedé petrificado. Alelado, inmóvil, sin balbucear nada. Mi hija que trabaja en esto en el coche me había hecho la inocente pregunta de….:”¿llevas el pasaporte electrónico? No. Le respondí con sabio control de la situación: “tengo el mío en vigor”. Y se hizo el silencio…

El asunto es que la compañía de viajes me hizo mucho hincapié en rellenar el ESTA porque si no podía entrar en los EEUU (hacía escala en Miami 4 horas), pero, como luego me dijeron: “se presupuso que yo tenía el Pasaporte Electrónico”, y no: yo tenía el pasaporte normal el que me caducaba en el 2012. Total: que 2 días perdidos, viaje de mi jefe anulado, hoteles anulados, visitas anuladas. Todo anulado. Una anécdota…

No quiero hacer leña del árbol caído, pero la agencia de viajes no hace bien su trabajo ya que en su protocolo debe de preguntar al cliente si ya tiene el Pasaporte Electrónico puesto que recala en los EEUU y no es racional el presuponer nada. Ambos pasaportes están en vigor. Con el normal necesitas visado aunque sea escala. Con el electrónico hace falta el ESTA. Ahora son 200 euros la diferencia por haber cambiado el vuelo habiendo estado en riesgo de haber perdido la ida/vuelta 1.300 € por esta “anécdota” como el director regional de la agencia con quien estuve ayer calificó la faena. Ahora veremos que reclamo. Ellos me dicen que me abonan el 50% de los gastos en prueba de amor, pero yo les pido el 100% ya que la responsabilidad es suya por no advertirme del pasaporte. Yo, soy un experto en lo mío, No en lo suyo y viceversa.

 

Ahora a las 15:45 del día 16, estoy volando sobre el Atlántico con American Airlines después de 6 horas de vuelo desde Madrid y de haber hecho ya el vuelo Bilbao - Madrid otra hora. O sea llevo ya 7 volando... El día es muy bueno para volar. Soleado, con pocas nubes sobre el Atlántico y está limpio arriba así que no hay demasiadas turbulencias.

En el avión nos han dado un aperitivo de zumo y unos chismes mejicanos al sabor americano  raros de sabor. Más tarde una comida bastante comible, al menos mejor que la que da Air Europa e Iberia.

Por cierto, que no sé el por qué en los aviones, se presupone que los pasajeros somos alimentos; ya que nos llevan siempre a temperaturas del agrado de los pingüinos sin que puedas hacer nada más que taparte con la mantita. Al menos viajo sin nadie en el asiento de al lado (es un Boeing 767/300 de 2x3x2. No lo he dicho: viajo solo. Porque ni están los tiempos para gastos ni conozco nada de Panamá. Cuando este asentado le he dicho a mi mujer que se vaya a La Habana donde iré en Noviembre a la feria FIHAV y luego se baje a Panamá conmigo, pero lo veo complicado por ella.

Tampoco se el por qué la gente no hace caso a no usar el m´ñovil durante el vuelo. La de al lado de Bilbao a Madrid, se ha dedicado durante todo ell vuelo con su Iphone a hacer crucigramas y lo ha guardado cuando estábamos carreteando (andando por las pistas de rodadura) y todo el mundo lo ha sacado. En fin. Me han dado ganas de decirle unas palabritas pero me he refrenado. No obstante no entiendo el por qué los fabricantes de móviles han sacado el “modo avión”, si no se puede usar. Tengo que preguntárselo a alguien que lo sepa.

La incomodidad de los asientos es estándar. Los de atrás te clavan las rodillas en la espalda y los de adelante reclinan el asiento sin conmiseración del que va detrás, así que estoy tecleando con dificultad en este rincón en el cielo.

Esperamos llegar a Miami sobre las 20:30 hora española (las 14:30 local). Luego de pasar la aduana y sus excentricidades americanas, 4 horas hasta el vuelo a Panamá City que dura 3 horas. Total, que hoy haré 23 horas de viaje. Me alojaré en el hotel Plaza Paitilla en Panamá City

que me ha reservado el jefe que vuela desde La Habana. Tiene buena pinta y mañana la idea es ver la feria Expocapac y alguna reunión. Yo llevo ya preparada una entrevista con uno de los hombres más importantes de Panamá que es Motta, y lo hago a través de un amigo de la infancia que tiene una empresa enorme en España. Nunca he pedido estas ayudas, pero ahora lo he hecho porque la necesito. Tengo un proyecto y se de Panamá lo que he podido estudiar a través de Internet. Información comercial que viniendo del ICEX está desfasada en el tiempo.

En este instante pasan de nuevo las azafatas para ofrecernos otro aperitivo. El mar está lleno de pequeños borreguitos de nubes sobre el fondo azul. Las alas ni se menean. Si no fuera porque sabes que sabes lo que sabes, se diría que el avión está suspendido del cielo infinito, pero el ruido de los motores (2) te llevan a la realidad. Estoy detrás del ala derecha y ruge el chorro que nos impulsa con potencia hacia adelante.

Hace años escribí un artículo sobre los aviones. Esperaba yo a un Jumbo que me llevaría de nuevo a España desde La Habana y estuve reflexionando sobre. los aviones y el por qué vuelan. Si la gente supiera el por qué muchos no volarían. Y no me negareis que es una barbaridad el empujar a 220 Km/hora por el suelo una mole de 500.000 Kgs y encima luego despega por la forma de las alas y vuela. ¡Y cómo vuela! Como llevo mi cámara siempre a punto, puedo poner fotos calentitas directamente en el documento.

Estamos ya pasando por encima de los Cayos de Florida. Es curioso como las nubes dan su sombra sobre el fondo marino a pocos metros de profundidad.

En este instante una nueva ronda de comida. Nos queda ya 1 hora para llegar a Miami y nos sueltan una bandeja con una especie de pizza unos granos de uva, unas galletas y un zumo. Le digo a la azafata que si tienen vino. Dice que sí y que son 7 USD por lo que declino el envite. Pensaba que estaba en el menú.

Al cabo de un rato y entre un cielo frenético de aviones aterrizamos en Miami que se muestra imponente y lujurioso en la primera línea de playa. Luego miles de casitas individuales.

En el aeropuerto, después de coger un tren, nos hacen andar bastantes cientos de metros hacia el Control de Pasaportes. Pasillos, pasillos, escaleras, pasillos, escaleras y al final llegamos. Me recuerda mucho a Cuba aunque con más luz y más bonito. Los aduaneros casi todos gordos. Ellas también. Por cierto que es el primer aeropuerto que veo enmoquetado… en muchos pasillos. Una horterada sucia.

No se cansan de preguntarte que si que traes, que si el equipaje, que si has comprado algo, que si te han dado algo alguien. Los perros rastrean la droga y llevan puesto una pegatina de que no son mascotas para que la gente los deje en paz y no los toque. Yo no los tocaría. Son raza pastor alemán con cara de muy profesionales. Luego más controles y yo me canso de decirles que estoy en tránsito.

Ahora me queda esperar 4 horas a mi vuelo a Panamá que sale a las 18:30 local, las 00:30 en España. Ya estoy cansado y me quedan aún 3 horas para llegar y luego un taxi. Hoy hago más de 24 horas despierto. Escribo esto desde la D32 donde saldrá el vuelo. Faltan 90 minutos aún…

Sentado desde mi asiento veo como los maleteros golpean las maletas sin piedad sobre la cinta. De pronto llegan mis maletas. Están ahí!!! y horror, una de ellas está desprecintada. Ya me han mangado pienso...Por fin volando. Al lado una panameña con nauseas y una de Miami con gracia. Vuelo nocturno y al despegar el sol refleja potente en el mar.

El resto del viaje de 3 horas es nocturno. Estoy harto del día y deseando llegar. Luego la aduana, el taxi, el viaje, y el hotel. Por ahorrarme unos cientos de euros me estoy convirtiendo en ala.

Finalmente comenzamos a ver las luces de Colón. cruzamos Panamá (80 Kms) a lo largo del canal y avistamos Panamá City enfilando desde el mar a la pista de aterrizaje. Preciosa vista. Me recuerda al aterrizaje en La Habana solo que parece un árbol de Navidad de la cantidad de luces que se ven. Los barcos las tienen que tener encendidas además.

Ya en el aeropuerto me recuerda al de La Habana. Bastante tipo caribeño con su desarreglo general en todo. El control de pasaportes es rápido y mis maletas ya están fuera. Salgo, cojo un un taxi y por 25 USD me lleva el chofer al hotel. en el recorrido me cuenta muchas cosas y veo ya los colosos nocturnos que me amenazan en su altura. El tráfico es malo. Me cuenta que de 4 a 9 de la mañana hay "tranques" (atascos) brutales de entrada, y de 4 a 7 de salida. Las carreteras son malas y la gente circula muy mal. No hay policía de tráfico, y muy pocos semáforos.

La ciudad tiene los cables por fuera sobre los postes de madera como en México o Florida. Llego al hotel después de 23 horas de viaje y enseguida me acuesto después de comprobar que la maleta desprecintada fue violada por los agentes americanos de aduanas los cuales me rompieron el candado y me dejaron un papel donde me explicaban el por qué. Podían haber dejado 5 USD que es el precio del candado. Duermo poco porque cuanto más cansado estoy, menos duermo. Mañana a las 9:30 desayuno con el jefe y comienza el juego.....