I.P.C. CUANDO ES ALTO ME PREOCUPO, CUANDO ES BAJO ME ACOJONO


EL I.P.C. (Índice de Precios al Consumo) nos trae siempre a mal traer. Que suben los precios: inflación al canto y entonces nos preocupamos porque nos hacemos más pobres (relativamente. Compramos menos cosas con el mismo dinero), que bajan los precios y la inflación baja, bien: el Gobierno lo está haciendo bien ¿?. Que el I.P.C. se vuelve negativo: nos entra el cangüelo porque podemos llegar a la más temida deflación real. Los precios bajan y el P.I.B baja (se factura menos cantidad dineraria). Podemos comprar más con el mismo dinero, pero como nuestro dinero viene de las empresas (bienaventurados los los funcionarios porque de ellos es el Reino de los Cielos y siempre están cubiertos por la capa protectora de nuestros impuestos...) y estas ganan menos porque han bajado los precios y además venden menos porque la gente se asusta de la situación globalizada, algunas empresas que no pueden (o no quieren aguantar el tirón), comienzan a despedir a la gente con lo que la gente tiene menos dinero para comprar y se siguen vendiendo menos. Si encima esto sigue y entramos en crisis en que se repite hasta el vómito que todo está mal y que va a estar peor, el que tiene guarda por si acaso, y el que quiere comprar espera porque sabe que mañana estará más barato, pero es que la gente realmente empieza a tener menos al estar muchos parados y no puede comprar con lo que las empresas que intentan recuperar al menos los costos fijos bajan más los precios y la espiral se hace perversa. Por eso, algo que en circunstancias normales es malo, como es el aumento del I.P.C. o que la inflación sea positiva como en este mes en que el I.P.C. interanual ha crecido un 0,3% alegra al personal, ya que parece que la cosa va para arriba (el problema es que lo que ha subido es el precio del crudo y ahora en Enero 2010 lo hará el precio de la energía por decreto ley, pero el consumo real no olo hace).
A ver si nos recuperamos en serio y comenzamos a comprar de verdad en Enero del 2010, que ahora en este mes de Diciembre, la gente se vuelve loca y se tira a las calles aunque esté tiesa comprando todo tipo de inútiles regalos y colesterol enlatado, con lo cual no es significativo el aumento posible de I.P.C. que pueda existir.
En fin: "no hay mal, que por bien no venga".

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