GAMBERRADA MORTAL

Resulta que un par de "amigos" de 14 añitos (que pobres), le hicieron a otro amigo la "broma" de aflojarle los frenos de la bicicleta y después apostarse con él a ver quien de los tres llegaba antes a la meta. A él le iban a dar encima unos 300 metros de ventaja. La carrera era en una pronunciada cuesta de Granada. Dicho y hecho. El chaval de la bici con los frenos rotos, se lanza a "tumba abierta", mientras sus compañeros esperan para darle ventaja. En ese tiempo el chaval ya va a unos 60 Km/h, los "amigos", riéndose supongo, van tras él, pero este pequeño se da cuenta de que va muy rápido e intenta frenar. En vano. La bici no frena y en esto llega a un cruce donde en ese preciso momento llega un coche y el chaval se estrella contra él y se mata en el acto. Como son menores la Ley no puede hacer nada contra ellos. La madre del fallecido intenta demandar al propietario del vehículo y a su aseguradora (mal aconsejada) y pierde el pleito por lo penal. La aseguradora a su vez, la denuncia por daños y perjuicios (hay que arreglar el coche del que pasaba por ahí) y ella entonces denuncia a los padres de los niños por lo civil. Finalmente hay sentencia condenatoria contra los padres de esos canallas y les condena a pagar unos 98.000 euros en concepto de indemnización.

Moraleja: los menores libres de culpa, porque son menores (aunque unos canallas irresponsables y potencialmente unos asesinos), aunque legalmente no sean nada. Pero esta vez, y ya está bien, la Justicia la hace y condena a los padres de los canallas a resarcir el daño moral de la pérdida de un hijo. ¿98.000 euros vale la vida de un hijo...?. ¿Por qué los padres?: porque de ellos es la responsabilidad de no haber inculcado a sus hijos las normas más elementales de la convivencia y los valores de lo que es la vida y las consecuencias de determinados actos. Ellos son los culpables de que sus hijos sean unos desalmados.

Esta es una sentencia no contra esos padres, sino contra la sociedad que ha perdido todos los valores, todos los principios y toda la educación y hace que estemos en un Estado canalla donde prima el derecho, sobre el deber. No hay límites a los actos sean del tipo que sean, y nadie respeta ni las más elementales normas de convivencia.

Este es el país llamado España hoy. Mañana: peor, como no se ponga coto a este desenfreno de falta de principios éticos, y morales.