LOS PORCENTAJES A VECES NO EXPRESAN BIEN LO QUE REPRESENTAN

Hoy he oído en la radio con "pavor" que los Bancos en el primer semestre del año 2009, han ganado el 28% (creo) menos que en primer semestre del año 2008. Terrible ¿no?. Pues depende.

Para empezar han seguido ganando, algo que otras empresas no han hecho ni hacen simplemente porque han cerrado. Para finalizar si el año pasado ganaron un 30% más que el año 2007 (no recuerdo la cifra pero era sorprendentemente alta) y estas cantidades pasadas a euros eran terribles por lo altas y desproporcionadas para cualquier empresa que igual supone un 40% de su cifra de negocios (no voy a buscar los datos reales porque no creo que haga falta para lo que comento). Este año llevan ganado el (imaginemos), 10%. Pero pregunto: ¿quién con lo que está cayendo gana algo?. ¿Ganar?.

Los del automóvil, antes daban cifras de crecimiento del 40%, del 50%, del 35%, y claro con aquella demanda ficticia estaban por las nubes. Ahora comparan los datos con aquellos meses felices y claro están jodidos. Claro. Yo, cuando era joven, podía fornicar varias veces al rato... y podía crecer el porcentaje en un 100% de una semana a otra. Ahora simplemente me limito a hacer el amor cuando la sangre acude a las zonas bajas de forma natural, porque aún no estoy azul. Si comparase en porcentajes ahora diría que he reducido mi frecuencia coital un 95%, y claro las cifras son aterradoras ¿no? (en fin si lo es...)

Cuando hay un pollo y 2 personas, si se come el pollo entero uno de ellos el porcentaje dice que se comen el pollo al 50%, pero es falso. Una empresa que empieza a vender de un año para otro tienen crecimientos exorbitantes. Si vende un día 1 y al día siguiente 5 ha crecido un 500%. Si estos datos los calculamos al cabo de varios años de funcionamiento puede que sea un día 10.000 y otro 9.900. Entonces si comparamos con aquel año podremos decir que hemos vendido un 1%. Si comparamos 500% con 1%, podemos pensar en el fin del Mundo.

A los periodistas les gusta machacarnos con porcentajes y manipularlos a su capricho. A los políticos también, y claro, a la gente sin criterio los convence y luego todos hablan por boca de ganso.