LA TURBA EN EL CAIRO VIOLA EL DESCANSO DE LOS FARAONES.

Hace ya bastantes años estuve en Egipto. Desde que de pequeño leí y releí un libro que mi padre había comprado sobre la vida de los egipcios y que se titulaba "El Valle de los Reyes" que me fascinó y enganchó; siempre desee visitar aquellos lugares maravillosos llenos de historia y para mí de emoción, enigma y respeto. Ya con 2 hijos crecidos, pude hacer ese añorado viaje en el cual disfruté enormemente en todo mi largo periplo desde El Cairo a Abu Simbel por el Nilo, por avión y por carretera cruzando el desierto oriental y como no visitando por 2 ocasiones el Museo de El Cairo. La emoción que sentí cuando entré en aquel lugar lleno de cantidades enormes de estatuas, estelas, vitrinas, piedras, mezcladas en un abigarrado y heteróclito desorden fue tan indescriptible, como cuando llegué a Gizet y vi desde el autobús la punta de la pirámide escalonada de Zoser. Aquellos lugares que tanto había leído e imaginado a través de aquel maravilloso libro, estaban allí al alca...