PENSAMIENTOS RENOVABLES

Recuerdo que de pequeño en el colegio nacional donde me enseñaron algo de lo poco que he ido aprendiendo, teníamos una asignatura de Urbanidad, donde aprendías lo que había que hacer para poder estar en buena convivencia con las demás personas. Recuerdo que entre otras cosas, que quizás ya hoy día estarían algo obsoletas..., existía la del trato con las personas y donde se les daba categoría a ellas en función de su título, honores, etc. Allí te decían (ojo que en mi casa igual hacían mis padres y abuelos, porque la educación nacía precisamente de las familias) que a las personas mayores (en edad, dignidad y gobierno, creo que decía), había que tratarlas de Ud. Y es normal, porque no sabes quien es, ni te la han presentado ni ella te ha dado permiso para tutearle, o a veces ningunearle, ya que los humanos intentamos mantener nuestra zona de privacidad intocable y es el motivo de sentirnos incómodos cuando alguien se acerca demasiado a nuestro cuerpo en cualquier lugar e invade ...

Un chaval, murió hace años aplastado por una carroza cuando este estaba viendo la Cabalgata de los Reyes Magos al intentar coger un caramelo. Un caramelo. Una mierda de caramelo, un despreciable y  sin valor caramelo que los reyes y pajes tiran alegremente para que la gente sin escrúpulos se pelee por ellos. Es increíble ver a los mayores disputando con los pequeños para coger un mísero caramelo como si este fuera un rubí o un diamante que valga competir por él. Esos mayores que egoístas hasta el vómito abren paraguas al revés para así coger más caramelos privándoles a los menores de cogerlos del suelo. Este tipo de abominables acciones hacen que los pequeños intenten coger alguno fuera del alcance de esos despreciables abuelitos que no tienen el más mínimo sentido de la responsabilidad ni de la equidad. Ver a esta maraña de gentes pelearse por esos caramelos que se tiran por su escaso valor, es un índice de lo absurdo que son este tipo de comportamientos incívicos...

Con estas mujeres feministas, que me dicen que si bebo no beso sus labios, me di a la bebida hasta ahora. Llamé al Gobierno Vasco a no sé que departamento preguntando por Merche García (ficticio). Descolgó una mujer. "Por favor. ¿Me puede poner con la señorita García?"...."Aquí no hay ninguna señorita García", me respondió la mujer, y siguió: "aquí hay una señora García".  "Perdoneme", le dije yo: "no sabía que estaba casada", a lo que ella me respondió airada: "no, si no está casada. Es que aquí todas las mujeres somos señoras sin necesidad de estar casadas" !!!. "Lo siento", balbuceé yo atónito ante tamaña tontería feminista radical. Y así fué la anécdota. A partir de enonces a todas las mujeres que trato en cualquier comercio u organismo, sean de 17 en adelante,  las trato de "señoras". Esto da lugar a algunas chanzas porque chicas de 17 cuando así las trato me dicen: "pero si no estoy ca...

Hace tiempo, me desplacé a Cáceres por trabajo y luego decidí ir con mi mujer a visitar Mérida que no conocía. Me gustó bastante la zona vieja y fuimos a visitar el Museo de Arte Romano del arquitecto Rafael Moneo. El edificio es sobrio y a la vez bello con sus ladrillos caravista que permiten al visitante sentirse con en la antigua Roma, donde este tipo de ladrillo era tan utilizado. Las figuras, los mosaicos soberbios acaparan la atención, nunca tapadas por el propio museo y uno disfruta mucho entre sus arcos potentes y altivos. Nada más comenzar la visita nos llamó la atención unos letreros grandes que ponían más o menos: "se permite tocar la obras". Nos miramos y sonreímos sorprendidos,  porque de todos es sabido que en un Museo no puedes ni tocar, ni acercarte a las obras, a expensas de ser advertido por el vigilante correspondiente. Fue tal la sorpresa que le preguntamos a uno de ellos si lo del letrero era cierto (para no caer en errores) y nos dijo que si. Que...